La cultura vive lejos de Sevilla

Nevaba en Suiza. Y la nieve llegaba a la mitad de la ventana.Además, estaba aquella maldita conjuntivitis que le impedía conducir de noche y con la que los galenos del lugar no terminaban de dar. ¿Qué podía hacer un físico nuclear becado en el CERN entre las cuatro de la tarde y las nueve de la mañana, sin salir de su habitación? Manuel Lozano Leiva encendió el ordenador, puso las letras a tamaño 26 y empezó a escribir una novela sobre una ciudad del siglo XVIII. La ciudad donde entonces se editaban más libros de toda Europa: Sevilla. «Con esta ciudad tengo una relación, no voy a decir que más profunda, pero sí bastante distinta que el promedio. He estudiado muy a fondo su historia. Me gustan bastantes de sus cosas tópicas, es una de las ciudades más agradables para vivir que hay en el mundo, pero el sevillanismo militante le está haciendo un daño atroz. Y hablo de las cofradías, de Sevilla lo mejor del mundo...y todo esto acompañado de una dejadez tremenda. Por ejemplo, en el...