Arancha vuelve de capitana.
Por primera vez desde 1972, el primer año que España jugó como país la Copa Federación -lo que en féminas es la Copa Davis-, habrá una capitana y ex número 1 sentada en la silla. Arantxa Sánchez Vicario, la mejor tenista española de la historia, será la que conduzca la nave de la Armada femenina después de aceptar la propuesta de la Federación.
A sus 40 años recién cumplidos, y después de tener a su segundo hijo Leo el pasado 28 de octubre, Arantxa cree que ha llegado el momento de volver a vincularse al tenis profesional después de haber sido directora del WTA de Barcelona las últimas temporadas.
El nombramiento de la leyenda de la raqueta y campeona de cuatro torneos del Grand Slam alegrará a las jugadoras que pedían más protagonismo para la figura de la mujer dentro de la estructura federativa hace apenas un año. Sin embargo, el 29 de noviembre, a través de una carta, María José Martínez, Anabel Medina, Carla Suárez, Lourdes Domínguez, Laura Pous, Silvia Soler, Beatriz García, Arantxa Parra y Nuria Llagostera, abajo firmantes, pedían a Javier Duarte como seleccionador femenino en sustitución de Mico Margets y que se hiciera oficial su nombramiento antes del Campeonato de España que tuvo lugar la semana pasada en las instalaciones de Sant Joan Despí.
La RFET ha creído oportuno que la mujer récord de España en la Copa Federación -es la que más partidos ha ganado (72)-, sea el relevo natural de Margets, que tuvo a sus órdenes a la pequeña de los Sánchez Vicario y a Conchita Martínez en la década de los 90 para levantar hasta cinco títulos por países. Arantxa no estará sola en el cargo. Se negocia con Gabi Urpí, entrenador de Flavia Pennetta, para que ambos formen un G2.
El debut de Arantxa en el banquillo será ante el peor rival, Rusia, primera potencia del circuito WTA. Cuatro veces campeones de la competición en el siglo XXI, pueden tener dos equipos competitivos. En año olímpico, Shamil Tarpischev, que lo es todo en su país, capitán de Copa Davis, de Copa Federación, presidente de su Federación y miembro del Comité Olímpico Internacional, ha logrado el compromiso de sus mejores jugadoras, empezando por Maria Sharapova. Si ésta no jugaba ante España se quedaba fuera de la lista para Londres.
El tenis masculino español busca también capitán para sustituir a Albert Costa. El hombre elegido era Álex Corretja, pero su petición de dos años contrasta con el ofrecimiento de un año de la Federación que presidente José Luis Escañuela, que siempre ha sido fiel a la fórmula de renovar anualmente los contratos y más en la tesitura de un 2018 donde habrá elecciones.
Se han suspendido las negociaciones con Corretja -había prevista una reunión con su agente que no se produjo- y se han abierto otros frentes como el de Jordi Arrese o Sergi Bruguera. De la voluntad inicial por nombrar al seleccionador antes de Navidad se pasa a un compás de espera con fecha indefinida.
A sus 40 años recién cumplidos, y después de tener a su segundo hijo Leo el pasado 28 de octubre, Arantxa cree que ha llegado el momento de volver a vincularse al tenis profesional después de haber sido directora del WTA de Barcelona las últimas temporadas.
El nombramiento de la leyenda de la raqueta y campeona de cuatro torneos del Grand Slam alegrará a las jugadoras que pedían más protagonismo para la figura de la mujer dentro de la estructura federativa hace apenas un año. Sin embargo, el 29 de noviembre, a través de una carta, María José Martínez, Anabel Medina, Carla Suárez, Lourdes Domínguez, Laura Pous, Silvia Soler, Beatriz García, Arantxa Parra y Nuria Llagostera, abajo firmantes, pedían a Javier Duarte como seleccionador femenino en sustitución de Mico Margets y que se hiciera oficial su nombramiento antes del Campeonato de España que tuvo lugar la semana pasada en las instalaciones de Sant Joan Despí.
La RFET ha creído oportuno que la mujer récord de España en la Copa Federación -es la que más partidos ha ganado (72)-, sea el relevo natural de Margets, que tuvo a sus órdenes a la pequeña de los Sánchez Vicario y a Conchita Martínez en la década de los 90 para levantar hasta cinco títulos por países. Arantxa no estará sola en el cargo. Se negocia con Gabi Urpí, entrenador de Flavia Pennetta, para que ambos formen un G2.
El debut de Arantxa en el banquillo será ante el peor rival, Rusia, primera potencia del circuito WTA. Cuatro veces campeones de la competición en el siglo XXI, pueden tener dos equipos competitivos. En año olímpico, Shamil Tarpischev, que lo es todo en su país, capitán de Copa Davis, de Copa Federación, presidente de su Federación y miembro del Comité Olímpico Internacional, ha logrado el compromiso de sus mejores jugadoras, empezando por Maria Sharapova. Si ésta no jugaba ante España se quedaba fuera de la lista para Londres.
El tenis masculino español busca también capitán para sustituir a Albert Costa. El hombre elegido era Álex Corretja, pero su petición de dos años contrasta con el ofrecimiento de un año de la Federación que presidente José Luis Escañuela, que siempre ha sido fiel a la fórmula de renovar anualmente los contratos y más en la tesitura de un 2018 donde habrá elecciones.
Se han suspendido las negociaciones con Corretja -había prevista una reunión con su agente que no se produjo- y se han abierto otros frentes como el de Jordi Arrese o Sergi Bruguera. De la voluntad inicial por nombrar al seleccionador antes de Navidad se pasa a un compás de espera con fecha indefinida.
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