La influencia familiar de un político

La tierna anécdota ocurrió en los años 40, cuando Pat llevaba pantalón corto y asistía un colegio de monjas católicas en Washington. Años más tarde, en Nueva York, y ya de pantalón largo, Pat entró dando zancadas en la biblioteca de la escuela de periodismo de Columbia y se lío a correazos con un compañero de promoción. «Fue como el ataque de Pearl Harbour», dijo Kim Willenson a la revista Newsweek.

La costumbre de utilizar la correa del pantalón puede venirle de su padre, que hacía lo mismo con él cuando Pat no terminaba los deberes. La influencia familiar ha sido determinante en la vida del columnista. Patrick Joseph Buchanan nació el 2 de noviembre de 1938 en Washington. Su padre, William Baldwin Buchanan, era un contable de origen escocésirlandés. Su madre, Catherine, una enfermera. Profundamente católicos, los Buchanan tuvieron nueve hijos. Patrick fue el tercero. No hay más que ver cómo llevaba su campaña en New Hampshire para comprender la unión que existe entre los Buchanan. 

Su hermana Angela fue el cerebro de la operación. Su sobrina Rachel, una periodista que trabaja en Carolina del Norte, se encargó de la documentación. Su hermano James, un dentista de Maryland, vino a Bedford para acompañar al candidato y hacer jogging con él todos los días. Su mujer, Shelly, no se depegó de él. Los Buchanan no tienen hijos, y Shelly es su secretaria, su ayudante personal y la persona que organiza su agenda diariamente.

En el número 795 de la calle Elm, su sede en Manchester, los Buchanan trabajaron como hormigas para satisfacer las ambiciones políticas de Pat. Allí, en el segundo piso de un destartalado edificio, jovencísimos colaboradores repartían con entusiasmo la biografía oficial del líder. El documento describe a Buchanan como «periodista por vocación».