Un invierno muy seco

El Retiro nunca ha sufrido un invierno tan seco. Al abrigo de los castaños de indias del parque abierto al público por el rey Carlos III en el siglo XVII está la estación meteorológica más antigua de España. Sus instrumentos comenzaron a tomar medidas en 1893 y desde entonces nunca se ha registrado un invierno con menos lluvias que el de este año. 

Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), algunas estaciones de medición están registrando el invierno menos lluvioso de la Historia madrileña. «En la estación de el Retiro han caído 17,5 litros por metro cuadrado en diciembre, enero y febrero cuando la media para esos meses es de 128,3», dice Ana Casals, delegada territorial de Aemet en Madrid. «Este invierno está siendo extremadamente seco y en observatorios como el del Retiro se trata del invierno más seco de toda la serie de la que disponemos desde 1893. Se ha superado el registro mínimo del invierno de 1983, cuando sólo cayeron 19 litros por metro cuadrado». 

A pesar de disponer de datos de casi 120 años, los cinco inviernos más secos se concentran en los últimas tres décadas. Y el tercer registro más bajo, medido en 1989, casi duplica, con 26,6 litros por metro cuadrado, las lluvias de este año. 

Pero el caso del céntrico parque madrileño no es una excepción ni en la ciudad ni en la región. En Getafe, con 14,1 litros por metro cuadrado en tres meses -la media es 115,5- también se ha registrado el dato más seco desde que se tienen registros. En Navacerrada y en el distrito de Barajas, donde sólo han caído 10,2 litros por metro cuadrado en los tres últimos meses cuando lo normal es que caigan 135,5 litros, se trata del segundo invierno más seco de la serie histórica. 

Y la merma de las lluvias, que en la zona centro están un 70% por debajo de lo normal para está época, ya empieza a hacer mella en unos embalses que estaban en buen estado de salud después de la primavera de 2011. Ahora, el agua embalsada en la cuenca del Tajo, de la que depende el abastecimiento a Madrid, está al 51,6% de su capacidad. 

Los 14 embalses de la Comunidad de Madrid están actualmente al 66,2% de su llenado, lo que supone casi un 15% menos que en la misma fecha de 2011, cuando se encontraban al 80,71%, según el Canal de Isabel II. Algunos embalses, como el de El Vado, rondan el 30% de su capacidad total. Y muchos de ellos, como el de Pedrezuela, la Jarosa, Aceña o los Morales, no superan el 55%. Hace un año, los embalses acumulaban 763.379 hectómetros cúbicos de agua -cada hectómetro cúbico equivale al volumen que cabe en el estadio Santiago Bernabéu- y ahora hay 137.096 estadios Santiago Bernabéu menos que en 2011. 

Según fuentes del Observatorio Nacional de la Sequía, dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, «se puede decir que España podría estar entrando en un período de sequía meteorológica». 

Sin embargo, los responsables del observatorio confían en que «el final del invierno y la primavera, donde podría haber lluvias abundantes que arreglen la situación, permitan garantizar las campañas de riego en la mayoría de las zonas regables». El organismo asegura en un informe al que ha tenido acceso este diario que «está garantizado también el suministro en este año a los principales núcleos de población». 

La falta de precipitaciones también está afectando a la calidad del aire. En los meses de diciembre y enero los registros de contaminación se dispararon en muchas estaciones de medición de la región y superaron los niveles legales. 

La normativa europea no permite que se superen más de 18 veces al año los niveles legales de uno de los gases que más ensucian la atmósfera madrileña, el dióxido de nitrógeno. En algunos puntos de medición, como el del Barrio del Pilar, se superó el máximo permitido 20 veces sólo en la primera quincena de enero. Y en Getafe se ha rebasado 16 veces en lo que va de año. 

La contaminación es muy dependiente de la meteorología. Los últimos días de viento han barrido en buena medida la llamada boina que acompañó a la ciudad durante los anticiclones de diciembre y enero. Aún así los médicos alertan de los riesgos de respirar en Madrid. 

«Hay mayor predisposición a padecer crisis en los pacientes con patologías neumológicas crónicas», explica Sergio Alcolea Batres, miembro de la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (Neumomadrid). «Las personas con estas afecciones tienen que tener una especial precaución y evitar las zonas más contaminadas». 

«Al Comité Olímpico Internacional no se le puede decir que tenemos hechos los deberes en calidad del aire», asegura Paco Segura, portavoz de Ecologistas en Acción. «De las 24 estaciones de medición de Madrid, 19 están por encima en los niveles de dióxido de nitrógeno».