Natalie Portman come menos que un pajarito

Decidió que no volvería a probar un bocado de carne con ocho años: «Soy vegetariana porque así, tres veces al día, recuerdo el valor de la vida y que no quiero matar a otros seres vivos». 

Si Natalie Portman tuviera un mantra, sería, sin duda, la palabra compromiso. Coprotagonizó su primer largo, El profesional (León), con tan solo 13 años; interpretó a la reina Amidala en las secuelas de Star Wars mientras estudiaba la licenciatura de Psicología en Harvard; ha trabajado junto a los mejores directores -Woody Allen (Todos dicen I love you), Wong Kar Wai (My blueberry nights)…-; tiene tres películas pendientes de estreno -dos de Terrence Malick y la segunda parte de Thor- y posee el máximo reconocimiento soñado por un actor, el Oscar, que ganó por su interpretación en Cisne negro. Fue precisamente en el rodaje de esta película donde conoció al que es padre de su único hijo, Aleph, y su marido desde el pasado 4 de agosto, el coreógrafo Benjamin Millepied. 
Pero el compromiso de Natalie trasciende lo profesional y lo personal. Imagen de la firma cosmética Christian Dior y embajadora de la fundación de ayuda a los niños Free the Children, aúna ahora belleza e infancia con el proyecto Power of a girl (El poder de una niña). Los beneficios obtenidos con la venta de la barra de labios Grège (cuyo tono y número, 169, ha escogido la propia Portman) se destinarán a costear los estudios de Secundaria de las niñas de Kisaruni, en Kenia.

¿Te has vuelto más sensible a las causas infantiles desde que eres madre?

Siempre me ha preocupado el tema de la educación, aunque ahora quizá más, porque estoy buscando colegio.

El 'leitmotiv' de Free the Children es 'niños que ayudan a niños'. ¿Te gustaría educar a tu hijo en esos valores?

Me encanta la idea de pedir a los chicos privilegiados que den algo de sí mismos a otros que no han tenido tanta suerte. Es un concepto en apariencia simple, pero muy efectivo. Mis padres me dieron una educación ejemplar y, por supuesto, me gustaría transmitir todo eso a mi hijo. Solían quedarse conmigo a hacer los deberes durante toda la noche si era necesario, y se preocupaban de que me trataran los mejores médicos. Y no lo hacían solo por mí, sino también por mis amigos, los suyos u otros miembros de la familia; incluso lo han hecho con personas que apenas conocían. 

Me enseñaron lo que son realmente la bondad y el amor. Supongo que todo esto ha influido en el compromiso que he adquirido con la sociedad en la que vivo. Además de con Free the Children, llevo años colaborando con otra Ong, Finca. 

En mi casa conducimos un coche híbrido para contaminar menos el planeta y fabricamos nuestro propio abono natural para el jardín.

La historia de Craig Kielburger, fundador de Free the Children, que creó cuando solo tenía 12 años, guarda cierta similitud con la tuya: podría decirse que los dos sois niños prodigio. ¿Te molesta cuando se refieren a ti en estos términos?

Supongo que no era normal que supiera lo que quería hacer a tan temprana edad, igual que le ocurrió a Craig, pero eso no me hacía sentir diferente. O tal vez no quería comportarme de forma distinta y por eso no lo fui. Solo buscaba encajar y ser como otros niños.

¿En qué consiste 'Power of a girl'?

La educación es un medio muy potente para cambiar la vida de las personas. Cuando las mujeres de países como Kenia generan ingresos, está comprobado que reinvierten generalmente el 90% de ellos en su familia: alimentan a sus hijos, los educan y protegen mejor. En este sentido, Free the Children está haciendo un trabajo increíble. Se ocupa de la educación, pero también lleva la sanidad y nutrición de los colegios. En concreto, con Power of a girl, las ventas de la barra de labios Rouge Dior 169 se destinarán a proporcionar becas de educación Secundaria a las niñas de Kisaruni. Ya les hemos construido un colegio y un internado gracias a los fondos recaudados en Estados Unidos.

Has elegido el tono y el número de la barra de labios. ¿Cuál ha sido tu criterio?

El color es exactamente el que yo me pondría a diario, me gustan las tonalidades naturales. El número, 169, tiene una magia especial para mí, ya que evoca los cumpleaños de mis familiares.

¿Qué es para ti la belleza?

Asocio este concepto con la elegancia, la naturalidad y la feminidad. Si te sientes bien contigo y con lo que llevas puesto, sin posar ni pretender ser otra persona, desprendes belleza de forma natural. No tiene nada que ver con el maquillaje o la ropa; es una actitud, algo intangible.

¿Nunca te has sentido presa de esa obsesión por la apariencia que existe en Hollywood?

En mi profesión se juzga mucho por el físico, siempre te ponen etiquetas, pero uno acaba acostumbrándose. Intento que no me afecte y sigo mi camino. Por ejemplo, solo me maquillo en ocasiones especiales, cuando quiero sentir que voy bien vestida, algo más glamourosa y sofisticada, pero a diario prefiero ser yo misma. De hecho, soy bastante vaga para arreglarme. Si no trabajo, no me seco el pelo, llevo chándal o me quedo todo el día en pijama... Es la otra faceta de mi yo, como Spiderman, dos personas diferentes. Y ahora que soy madre aún tengo menos tiempo para estas cosas.

Me encanta la idea de pedir a los chicos privilegiados que den algo de sí mismos a otros que no han tenido tanta suerte. Es un concepto en apariencia simple, pero muy efectivo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Televisión LED de 19 pulgadas, OKI, a 115€ en Carrefour online

Alan Turing el matemático maricón incomprendido

¿Puedes decir si un niño miente?

Me han salido los tres hijos autistas

Porque no hay ciclistas negros

Estos murales inmersivos que brillan en la oscuridad son para observar las estrellas en interiores

Recomendaciones útiles para el ahorro de luz

Leticia Sabater la bizca que no dejó nunca de ser niña

Como torturaban los vikingos, Águila de sangre

¿Qué prefieres en la calle, baños o farolas?